Pescando en Namek [Libre]

Siempre alegre y contento, iba surcando los cielos, junto a su fiel compañera, su nube voladora, una nube especial de color amarillo, un regalo de parte de su maestro como agradecimiento, la cual podría volar a grandes velocidades, la cual siempre servía como transporte para el pequeño Goku. Hoy era otro día de entrenamiento, desde el día que le dijo el maestro, que el ya no tenía nada que enseñarle, siempre practicaba cada día desde ese día que revivieron a Bora y cada uno tomo distintos caminos, aunque claro, ya en otras ocasiones había tendió la oportunidad de rencontrarse con sus amigos, como ese día que visito Kame House. Hoy buscaría un lugar prefecto para entrenar pero parecía, que un inconveniente, muy grande en caso de Goku, daba su salvaje aparición e iba en contra del deseo de ponerse entrenar ahora mismo.

-Tengo hambre.- Y un fuerte sonido fue provocado desde su estómago.

En efecto, ese problema, era el hambre del niño, el cual pese que hace dos horas, había comido un montón de comida, tenía la verdad de nuevo apetito, y si no saciaba su estómago, este no le dejaría entrenar con total libertad. Por lo cual, se acostó sobre su nube, y comenzó a ver hacia abajo, buscando un lugar donde pudiera obtener alimento. Fue que pudo observar algo que le serviría, sin embargo se le hacía un lugar muy peculiar, además de las extrañas casas que se podrían ver desde arriba, pero sin importarle esto, tan solo llamándole un poco la atención la diferencia de ese área con los demás lugares de la tierra, bajos sin más, específicamente donde había un rio de agua cristalina. Por consecuente, una vez que su nube bajo lo suficiente, efectuó un salto, para descender rápidamente hasta el suelo, lo cual logro sin mayor problema.

-¡Wow! Parece que el agua es muy profunda, me pregunto si habrá peces para comer.- Rápidamente en cuanto bajo se dirigió hacia el agua, y se acostó para poder observarla, para luego decir aquellas palabras algo emocionado y ansioso por tener algo en la boca para comer –Solo espero que estén, igual de grandes que los de la montaña Paz ¡Es hora de pescar!-

Y se puso manos a la obra, se despojó de su ropa, aquel traje naranja de entrenamiento, propiedad del maestro Roshi, y la coloco unos metros alejados de la orilla, para evitar que esta se moje, y una vez completamente desnudo, coloco su cola en el agua como si fuera un anzuelo. Movía suavemente su cola debajo del agua, para intentar atraer los peces, además se sentía refrescante, y espero por minutos, hasta que sintió que era el momento, y sin perder tiempo quito su cola de allí, y observando como un gran pez emergía del agua con un gran salto, el cual había intentado morder la cola del niño. Sin perder la oportunidad, dio un salto y ejecuto una fuerte patada al pescado que estaba por segundos en el aire, la cual provoco que este fuera a parar de nuevo al agua, y Goku lo sigue hasta la misma y a sus profundidades. Y a pocos segundos, salió el pequeño de cabello alborotado del agua, sujetando con sus manos la cola de ese gran premio que había capturado, el cual al momento de la patada había muerto, y por lo cual solo debió ir por el cuándo cayó al agua

-Están casi o igual de grande que los de allá, espero que este igual de delicioso –Sí que estaba ansioso de darle una mordida a ese gran pescado, y saborearlo -¡Bien a comer!- Una vez que dijo estas palabras, arrojo sin mayor problema su comida al aire, para luego lanzarle una onda de Ki, para cocinarlo por completo.

No perdió absolutamente nada de tiempo, y enseguida comenzó a comer o más bien a devorar aquel pescado, el cual poco a poco, estaban quedando solo las espinas que este tenía, siendo la gran velocidad con la cual se estaba comiendo la carne del mismo.

Ya estaba cansada, quería encontrar un buen lugar para poder entrenar, aquella vez que había visto las artes marciales me había emocionado, quería intentarlo, aunque claro, ¿Cómo hacerlo sola? Lo debía admitir, para poder intentarlo necesitaba a otra persona conmigo, no me quedaría de otra, tendría que buscar un "sensei", aunque mencionar esa palabra me dolía mucho, sí, era algo orgullosa, pero bueno, también estaba la opción de buscar pelea con alguien más, no en forma de aprender, sería como un intento de "asalto" o algo como eso, con el fin no de tener dinero o conseguir algo, si no de tener combates.

Caminaba por una de las... ¿Regiones? Realmente no sabía que era aquel lugar, si es que era algo, había unas cuantas casas, pero todos los que estaban ahí eran... Eran... ¿¡Qué rayos eran esas cosas?! parecían humanos... ¿Verdes? Qué mal color para la piel, en serio, es que osea... ¿Verde? ¿No preferían un rojo o un azul?, en fin, realmente no era quien para juzgarles, pues... Yo era una... ¿Humana? con cola, algo raro también, había escuchado que había humanos con rasgos animales y otras razas de otras partes del mundo o eso parecían, pero realmente nunca los había visto, ¿Cómo los vería si me la pasaba en casa? La mujer que me crió nunca me llevo a conocer el mundo, así que solo conocía a dos personas, ella y yo, de las cuales una había muerto, pero volviendo a la ciudad o pueblo, lo que sea; caminé lentamente viendo todos los lugares, las casas eran algo extrañas, pero no importaba mucho, lo que me llamó más la atención ahí era que muchos tenían... ¿Antenas? Valla, era como una película de extraterrestres, de esas de caricaturas que te atrapaban y comían tu cerebro, sí, veía muchas películas, jé.

Caminaba tranquilamente hasta que salí de la zona de casas, un poco más adelante me encontré a unos escasos metros un río con lo que parecía mucha agua, caminé tranquilamente hacia esa dirección, sería muy buena idea refrescarme un poco, después de todo hacía mucho calor, al estar cerca del río logre ver unos peces pequeños pasar, al parecer estaba en un lugar más bajo que el resto, se notaba porque más adelante se veía un poco más oscuro que donde me encontraba, sin más me quite la ropa quedando en unos short y una playera corta que siempre llevaba debajo y entre, claro que me llego por debajo de la cadera ya cuando estaba sentada, pero el simple hecho de sentir el fresco de esa agua era suficiente, me recosté completamente comenzando a flotar y dejando que mi cabello se mojara, era muy relajante ese lugar, tenía un "algo" que te daba paz, tal vez era que por mas que te concentraras en oír algo, solo se escuchaba la naturaleza.

Cerré unos segundos los ojos, a mi me parecieron eternos, aunque para otros no hubieran pasado ni 3 segundos cuando los volví a abrir, ¿Porque me parecieron eternos? No lo sabía ni yo, tal vez era que mientras tenía los ojos cerrados recordé a mi "madre", su imagen vino a mi mente en esos momentos, no sabía el porque ahora ni el porque la recordé, ya hacía tiempo que había muerto y yo me había alejado de aquel lugar olvidandola, pero... Supongo que me había encariñado con aquella mujer, ya que, no podía revivirla.

Mis pensamientos y recuerdos o lo que quedaba de ellos fueron interrumpidos por un ruido algo fuerte, como si un gran pescado estuviera saltando o algo por el estilo, se había oído el golpe del agua al salir algo, era algo lejano, pero no tenía interés de ir a ver, ¿Para que ir a ver lo que hace un pez y dejar este lugar de paz? Sería una tontería hacerlo, prefería estar tranquila en ese lugar, pero al poco tiempo la curiosidad me ganó, además que llegaba hasta donde estaba un delicioso olor a... Bueno, no sabía que era, pero olía muy rico; me enderecé y mire hacia donde había escuchado el ruido hace apenas unos minutos, ¿Ir o no ir? Era esa mi cuestión, no sabía que hacer realmente, por un lado ese lugar era muy tranquilo, y por otro quería saber que fue lo que había pasado, ¿Realmente era un pescado jugando o algo más? ¡Aah! La curiosidad me mataba y no soportaba más.

Me levante del agua y salí, esperé unos minutos mientras me secaba por lo menos un poco la ropa, tomé mi demás ropa ya cuando sentía que estaba algo seca y tomé rumbo hacia aquel lugar, al llegar logré ver a un chico... ¿Desnudo? Valla... Eso no me lo esperaba, pero cerca habían muchos ¿Huesos? O lo que fueran esas cosas, lo miré mejor y logré ver como comía, no... Devoraba esa cosa que parecía ser el pescado que había escuchado, al parecer era un pescador, ladee la cabeza y me acerqué más, hasta que note algo distinto... Una... ¿¡Cola!?, ¿Era eso verdad?, el chico tenía cola, al igual que yo, ¿Qué significaba eso?, me acerque más a el hasta estar a escasos metros, su cola me había sacado de mis casillas, no entendía nada y no podía formular ninguna pregunta, era la primera vez que me pasaba, tal vez sería que creía ser la única persona con cola ¿O es que sentía otra cosa?

C-cola... -Fue lo único que alcancé a formular mientras me quedaba viendo fijamente su cola, claro que la mía la tenía enredada en la cadera, fácilmente pasaría por un cinturón, aunque demasiado peludo para serlo, y se notaba más por la ropa que traía, que seguía siendo mi short y playera.

Rápidamente, aquel pescado estaba siendo totalmente devorado, y por la expiración que tenía el chico al comerlo, parecía que su sabor le había gustado y lo estaba disfrutando, aunque la verdad disfrutaba cada alimento que entrara por su boca, se podría decir que casi todo le encantaba, mientras fuera comestible él lo comería, y para el no existía la palabra comida favorita, y el sabor de ese pescado no se quedaba atrás, era algo similar a los de la montaña paz y los demás que había comido, pero al parecer cada uno tenía su sabor especial, dependiendo del tipo de pescado. Ignorando su entorno, y tan solo concentrado en lo que estaba haciendo en ese momento, no noto como una pequeña chica, la cual su estatura era algo similar a la suya, se acercaba lentamente hacia donde estaba el, posiblemente atraída por el olor que despedía aquel pescado.

-¿Are?- Su atención fue llamada por la única palabra que dijo la recién llegada, dicha palabra, había hecho que Goku estuviera consiente de la presencia de ella, y ya con el pescado prácticamente como un esqueleto, ladeo la cabeza hacia dónde provino ese sonido, observándola directamente.

Vergüenza era una de las pocas cosas que conocía el pequeño Goku, y estar desnudo allí en frente de esa chica, era algo que para nada le importaba, y no tenia de excusa que no sabía que era una mujer, era algo que hace poco había sabido diferenciar, antes era algo que se le dificultaba, saber quién era del sexo masculino y quien del femenino, y si no fuera porque había conocido a Bulma, aun estaría aislado en su hogar allá en las montañas, sin tener alguna integración con otras personas, que fue lo que provoco que ya supiera la diferencia entre ambos géneros, sin embargo, su falta de sentido común nadie se lo podría quitar.

-¿Mi colita?- Fue una pregunta provocada debido a que era lo que había dicho ella al acercarse, al parecer a muchas personas le resultaban raro las personas que tuvieran una, y eso a lo largo de esos años de viaje había logrado saber, y hasta hace unos meses, él era la única persona con cola que había visto, siendo que todo empezó con ese de nombre raro, Trunks -¿Verdad que es genial?- Movió un poco su cola, para que ella la pudiera ver mejor.

A veces no era bueno en darse cuenta de ciertas cosas, y este era un caso, pues no notaba que lo que tenía en su cintura era la cola de ella, pues desconocía totalmente su existencia, y no sabía que ella era como él y las demás personas que había encontrado.

-¡Hola! Soy Goku ¿Y tú cómo te llamas?- Con plena confianza, un factor que le caracterizaba, su falta de vergüenza y la inexistencia de timidez en él, eran las herramientas necesarias, para que pudiera hablar con cualquier persona sin ningún tipo de problemas, lo cual a veces provocaba que se hiciera de amistades fácilmente.

Una vez presentado y habiendo preguntado el nombre de ella, coloco sus brazos detrás de su cabeza, esperando una respuesta de ella, mientras aún seguía desnudo ya que no se había tomado la molestia de vestirse ni al principio de que supo que ella estaba allí, y alguien tendría que decirle que se pusiera la ropa, en caso contrario le haría hasta que él lo quisiera, que sería cuando sintiera su cuerpo ya seco del agua para poder ponerse su ropa sin que esta se humedezca. La interrogante era ¿Cómo reaccionaría ella ante las actitudes del? La mayoría de las chicas, ya de una edad como la de él, no reaccionarían tan bien, al ver a alguien desnudo en frente de ellos, y más cuando este era un completo desconocido. Las cosas parecían, que serían diferentes en este caso, porque lo que le llamo la atención a ella fue su cola y no su desnudez.

Y allí estaba sentado, mirando a la recién llegada, aun completamente desnudo, y esperando una respuesta de su parte, la cual no tardó mucho en llegar, pues en poco tiempo, respondió con un hola a simple vista parecía algo tímida. Según su presentación, su nombre era Yumiko, el tan solo sonrió, cuando ella menciono su nombre, y sí que estaba contento de encontrarse con una persona, ya que a veces cuando viajaba, estaba solo, y eso tan solo le recordaba sus años de soledad en la montaña Paoz, esos momentos antes de encontrarse con Bulma, vivió acostumbrado así desde la muerte de su abuelito, pero ya desde que había convivido con más personas, no le gustaba mucho estar solo, le gustaba andar en compañía de los demás, y siempre quería hacer nuevos amigos o amigas.

-¿Resfriarme? No quiero, y menos cuando estoy entrenando.- No era muy bueno en muchas cosas, y pensar que se enfermaría si seguía, lo preocupo, pues enfermo no podría entrenar o no lo podría hacer correctamente. Algunas veces se la pasaba desnudo, siendo más cuando iba a pescar algo para comer y se metía al agua, además como siempre desconocía muchas cosas, siempre hacia caso a lo que los demás decían, pues ellos sabían más.

Se levantó inmediatamente y se acercó hacia su ropa, tomo la camisa con su cola, y la sostuvo con esta mientras se ponía el resto de la ropa, se colocó luego la prenda que llevaba en su cola, y por ultimo para que su ropa no se le cayera, se la ajusto con la cinta. No quiso ponerse por el momento sus zapatos ya que andaba muy cómodo así descalzo. Aún estaba algo empampado, se había secado con el sol, pero aun así andaba húmedo y por último se ató la funda donde llevaba su báculo sagrado.

-¿Quieres que te presente a mi amiga? Ella también es genial, al igual que mi colita- Y sin esperar alguna respuesta, decidió llamar a su “amiga” -¡Nube voladora!- Volteo hacia el cielo, y grito con las manos a lado de la boca.

En pocos segundos, se miró a lo lejos, como una nube amarilla a gran velocidad, comenzaba acercarse hacia donde estaban ellos, era poco común ver una nube y de ese color, además que esta estuviera bajando hacia la tierra, tal vez le parecería algo extraño o interesante a la chica. Ese medio de transporte, que para él era algo más, esa nube el regalo preciado de su maestro, había vivido muchas cosas con ella, y hasta se había enojado cuando pensó que uno de los de la patrulla roja la había destruido. La nube no tardo mucho, y descendió hasta estar a unos centímetros suspendida del aire, estando entre Yumiko y Goku.

-Se llama nube voladora, y me lleva a todo los lugares que voy, y es muy rápida.- Dio un salto y se subió en ella para abrazarla, era muy suave, mejor que cualquier colchón, y lo sabía bien, siendo que en más de una ocasión había dormido sobre ella, mientras viajaban. Luego de ese abrazo, se bajó de ella y volvió a estar de pie sobre la tierra –Intenta subir tú- A simple vista, para Goku, ella parecía una buena persona, aunque eso no garantizaba que se pudiera subir en ella, porque Krillin y Bulma, también el maestro, eran personas buenas, pero no podían subir.

Espero a ver si decidía intentar subir sobre ella, Goku, tan solo quería ver si ella era capaz también de subirse a su nube voladora, ya que solo conocía a pocos que pudieran hacerlo, como Upa y Milk. No tardo mucho para ver lo que hacía, pues esta termino por decidirse en hacerlo, generalmente las nubes se traspasaban, no eran sólidas, pero las personas que tuvieran un corazón puro, podrían subirse a esta nube tan especial. Fue tal su asombro cuando ella hizo aquello, siendo que su sorpresa no era porque no se había caído, sino que al subirse, observo como ese cinturón que llevaba era una cola, y eso explicaba él porque estaba tan peluda, no sería fácil hacerlo pasar por un cinturón, pero Goku no era muy observador, y tan solo pudo darse cuenta de la existencia de la cola de la chica hasta que esta dejo de estar alrededor de su cintura.

-¡U-una cola! ¡Tú también tienes una cola!- Exclamo por la gran sorpresa que se llevó. Que se había acercado a él, porque es el hizo raro ver a una persona con cola, era un hecho, pero no era como al principio se pensaba, lo raro para ella, quizás fue encontrarse con otra persona que tuviera una característica como esa colita al igual que ella.

La verdad últimamente, sí que estaban apareciendo gente igual que él, desde que se encontró con Trunks, uno tras otro, había encontrado personas que poseían una cola, Broly fue la excepción, pero por sus palabras, daba a entender que el también tuvo una pero que esta estaba cortada y de hecho, fue el encuentro más interesante, ya que a diferencia de los otros, este explicaba que posiblemente no fueran seres humanos y venían de otro planeta, hasta tuvo que explicarle que eran en si un planeta, para que el pequeño, pudiera entender un poco. Ya había sospechado que no era un ser humano como sus amigos, más bien, como la mayoría de ellos, sin contar a Puar, Oolong y otros. Eso la verdad poco le importaba, estaba feliz con lo que era, y eso no le cambiaba su forma de ver las cosas, además desde siempre había estado feliz con su cola, no le molestaba esta, más bien le encantaba, y cuando la perdía le tardaba acostumbrarse, siendo que prefería conservarla que perderla.

-¡Genial! Así que tu también tenías una colita ¿verdad que es divertido tener una? No sé cómo las demás personas pueden vivir sin una cola, puede ser muy útil, hasta en combate, además simplemente me gusta tenerla.- Su palabras rebozaban de alegría, como de era costumbre de él, se había puesto algo más feliz, si eso era posible, al saber que ella era como el –Y también te puedes súber en mi nube voladora, así que eres una persona muy buena o eso me ha dicho el maestro Roshi, que solo las personas de corazón puro pueden subirse, la verdad no entiendo muchas cosas de lo que dice-

Otro interesante encuentro, como los demás que había tenido, con las personas que compartían esas características, y la verdad todas las veces parecían terminar en un combate, y parecía que esta vez, sería la primera excepción, aunque cuando se puso a observarla con más detenimiento, y le puso más atención a su ropa, observo que tenía cierta similitud a la suya o sea ropa usada para pelear o entrenar.

-Oye ¿Acaso tu practicas artes marciales?- Pregunto sin pensarlo dos veces, y fue directo al grano.